Como la última entrada la cerré con la imagen de una fixed, lo lógico es explicar en que consiste una bici así, ya que no todo el mundo lo sabe. Dentro de las nuevas (o recuperadas) tendencias en esto de las bicicletas para ciudad hay varios tipos de bicis que últimamente se ven bastante por diferenciarse del resto a simple vista.
Cada vez más, encontramos una vertiente que poco a poco gana adeptos, partiendo de su carácter radical, peligroso e independiente, hablo de las fixed, o bicicletas de piñón fijo.
De las bicicletas de velódromo, a los repartidores de Nueva York de los 80, que empezaron a quitar piezas a sus bicis para hacerlas más ligeras, hasta llegar a las más modernas máquinas que podemos encontrar en los parques de Tokio o conducidas por algún hipster de Brooklyn. Con una estética limpia, libre de cables o accesorios superfluos, y lo que más intimida: sin frenos.
(sigue después del salto)
Lo más característico de estas bicis y las hace totalmente diferentes, es la ausencia de frenos al uso, y es que al tener un piñón fijo la rueda de atrás solo se detiene cuando dejemos de dar pedales, variando de esta forma la manera habitual de tomar una curva, estar parado en un semáforo (manteniéndote en equilibrio) o bajando una pendiente. Todo cambia.
Llevar una fixed se ha convertido en una corriente alternativa, radical como su conducción, y por supuesto moderna y urbana. Conducir una fixed es una filosofía y una estética diferente que marca a quien la conduce. Cada vez se ven más en nuestras ciudades y son fáciles de conseguir y baratas de construir. ¿Te atreves a meterte entre los coches en hora punta y sin frenos? Hay gente que si...
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